Las tablas de incentivos o los cuadros de recompensa son recursos que se usan desde siempre para motivar a los niños a lograr sus metas u objetivos.
Como madre, tengo que decir que las personas que trabajan con niños tienen mucho que decir a la hora de mejorar las conductas de los peques. Maestras, monitoras de comedor, seños de guardería, tienen sus trucos a la hora de conseguir que los niños coman bien, u obedezcan sin dramas una orden sencilla.
Muchas veces las mamás y los papás nos vemos un poco «desbordados» por la negativa de los niños a lavarse los dientes, a comer, o a abandonar el parque cuando hay que irse a casa.
Hay épocas en las que todo es un drama, las rabietas o pataletas son más frecuentes de lo que nos gustaría, y nos sentimos tan cansados que no nos damos cuenta de lo obvio: todo tiene solución y muchas veces es tan sencilla que no la sabemos ver.
Venimos a hablarte de las tablas de incentivos o cuadro de logros, algo que puede funcionar muy bien en niños de todas la edades.
El refuerzo positivo, frente al castigo
Está demostrado que funciona mucho mejor el refuerzo positivo que el castigo en muchas circunstancias. Además, de esta manera vamos a lograr que los peques valoren sus metas como suyas propias y consigan realizar las tareas por ellos mismos y no por nosotros.
Para ello, las tablas de incentivos son muy útiles. No se trata de basar toda la educación del niño en la tabla de recompensa, solo usarlo como una herramienta en la que apoyarnos.
¿Cómo funcionan las tablas de incentivos?
Solo tienes que establecer una lista de tareas que quieras que el niño asuma. Pueden ser:
- Lavarse los dientes o las manos.
- Comer solo.
- Recoger los juguetes.
- Hacer las tareas del colegio.
- Irse a la cama a tiempo.
- Compartir los juguetes.
- Portarse bien con los hermanos, etc.
- Jugar solos un ratito al día.
Después, puedes incluir los días de la semana.
Si quieres, puedes establecer un sistema de puntos y una recompensa, si lo ves necesario. Créeme, para los niños de 3 o 4 años, bastará una pegatina, o dibujar una carita sonriente en la tabla para que se sientan contentos con el trabajo bien hecho. Pero quizás los niños más grandes, necesitan un incentivo, que no tiene por que ser algo material. Puede ser pasar un día en el campo o en la playa con ellos, jugar en familia a un juego que os guste a todos, tomar un helado, o cualquier otra cosa que le encante a tu hijo.
Personaliza la tabla con sus dibujos preferidos: dinosaurios, mariposas, piratas o princesas, lo que más le guste a tu peque.
Busca un lugar especial en su habitación para colocar la tabla, y un horario para poner las caritas.
Ejemplos de tablas de recompensa
Te dejamos por aquí unos ejemplos de tablas de recompensa para imprimir.