¿Quieres que tus hijos se diviertan a tope con sus amigos? ¿Buscas un juego que combine emociones, risas, sorpresas y favorezca las habilidades sociales?
Entonces es momento de enseñarle a tus hijos a jugar el juego del escondite. Este es un juego tradicional, en el que los niños aprenden a desarrollar muchas cualidades que le resultarán de gran ayuda en su desarrollo integral, al mismo tiempo que te hará evocar fantásticos momentos de tu infancia.
¿Por qué a los niños les gusta el escondite?
Todos los niños disfrutan de juegos que les permitan su fortalecimiento físico, mental y psicológico, hay muchos que proporcionan estos beneficios.
Uno de los más completos en este sentido, es el juego del escondite. Los niños tienen la oportunidad de hacer carreras al aire libre, demostrar sus habilidades al encontrar el mejor lugar para esconderse y su capacidad al correr tan rápido, que sea imposible ser atrapado.
Y todo esto, en compañía de otros niños, con los cuales tienen mucho en común, sin necesidad de algún juguete, solo sus habilidades.
Beneficios de jugar al escondite
Este juego tradicional ofrece una serie de beneficios para los niños, algunos de los más destacados son los siguientes.
- Los niños aprenden a socializar con sus semejantes, ayudando a reforzar la confianza y el trabajo en equipo.
- Es un gran ejercicio para el cerebro, ya que necesitan considerar los mejores escondites y evitar ser encontrados.
- Les enseña a seguir reglas, tiempos de juego y empatía con sus compañeros.
- Refuerza la motricidad gruesa, porque deben coordinar su cuerpo mientras corren y saltan.
- Estimula la imaginación y la creatividad, porque necesitan encontrar estrategias para desorientar al compañero que los está buscando.
Cómo se juega: reglas
En primer lugar, para jugar al escondite deben ser por lo menos 3 niños, mientras más jugadores, mayor diversión. Se puede hacer el juego en una casa, sin embargo, lo ideal es hacerlo al aire libre, así los peques se sentirán en total libertad.
Se elige a un buscador, quien va a tapar sus ojos o colocarse al frente de una pared, y comenzar a contar mientras los demás se esconden. El lugar donde el niño cuenta es «la casa».
Si el espacio es pequeño, puede contar hasta 10, si es más grande, entonces hasta 20 o más. Al terminar de contar debe decir “Voy”, así les avisa a todos que el tiempo para esconderse acabó.
Los demás jugadores deben haber encontrado un lugar para esconderse y mantenerse lo más silenciosos posible, mientras el buscador los encuentra.
En caso de que el buscador no logre encontrar a todos los jugadores, estos pueden correr a la casa o punto de origen sin ser atrapados y estarán a salvo. Pero si es tocado por el buscador, entonces se convierte en el buscador de la próxima ronda.
Variaciones del escondite
El juego del escondite se juega en el mundo entero, pero a lo largo de su historia se han desarrollado algunas variantes muy divertidas.
Delimitar la zona de juego
Se mantienen las reglas del juego, solo que se van a establecer algunos límites, así ningún jugador podrá salir de ellos.
Sardinas
Se elige a uno de los jugadores, quien cumplirá el papel de la sardina y será el único que se esconda, mientras el resto de los niños cuentan hasta 30. Luego comienzan a buscar a la sardina.
Cuando uno de los jugadores ve a la sardina, también se esconde. Así va a ocurrir hasta que quede un solo niño, quien será la sardina en la próxima ronda.
Bote – Botero
Para este juego se necesita una botella de plástico o una lata vacía. Se inicia cuando uno de los jugadores le da una fuerte patada al bote. Mientras el jugador elegido lo va a buscar y lo trae de regreso al punto de partida y dice “Bote Botero”.
Comienza la búsqueda de los demás jugadores, y cuando encuentra a uno de ellos, regresa al bote y dice “Bote, Botero, (el nombre del jugador)”.
Para que un jugador se salve, debe llegar al bote antes que el buscador y darle una patada, así todos los niños que han sido encontrados, pueden volver a esconderse.
De donde viene el escondite, orígenes
Este juego ha existido desde tiempos remotos. Existe evidencia escrita del siglo II a.C. cuando un erudito griego hace referencia de una actividad recreativa llamada Apodidraskinda, muy parecida al escondite.
No obstante, es probable que la diversión por esconderse se remonte a épocas más antiguas aún, lo que explicaría las variaciones del juego del escondite en las culturas del mundo entero.
No esperes más. Enseña a tus hijos a jugar el escondite y que comiencen a disfrutar a tope de este fantástico juego. Luego nos cuentas en los comentarios tus experiencias e impresiones.