«¡Llegaron los videojuegos a la casa!, ¿y ahora qué?» Es una realidad: las nuevas tecnologías han hecho un espacio en nuestros hogares, y entre ellas se encuentran los videojuegos. Si te preocupa el efecto que puede tener en tus hijos la exposición a las consolas, hoy resolveremos algunas dudas.
¿Los videojuegos son buenos o malos para los niños?
Muchos padres ven con preocupación que sus hijos e hijas se sientan repentinamente atraídos por los videojuegos. Sin embargo, debido a lo seductor que resulta la posibilidad de resolver enigmas, superar retos, ganar y sortear obstáculos desde una consola o un dispositivo móvil, es completamente normal que llamen su atención.
Aunque sabemos que todos los excesos son malos, el hecho de que tus niños jueguen no es una condena inmediata a la adicción. De hecho, existen algunos beneficios de los videojuegos que queremos compartir contigo:
Ayudan a la concentración:
Debido a la atención que deben prestar al programa para poder ganar, su habilidad para concentrarse se pone en práctica.
Fortalecen la destreza visual:
Para saber los trucos y superar retos hay que estar atentos y saber mirar.
Mejoran la tolerancia a la frustración:
En videojuegos no solo se gana, ¡también toca perder muchas partidas! Así el niño o niña siente mayor necesidad de esforzarse, y a su vez aumentan su tolerancia al fracaso.
Les permiten socializar mucho más:
Ya sea jugando con los amigos o familiares en casa o con otros niños a través de internet, al jugar en equipo se favorece el contacto social.
Mejoran su coordinación ocular y de manos:
Para ganar no solo hay que saber mirar, sino también moverse con destreza para alcanzar la meta.
Adquieren vocabulario:
Los videojuegos pueden ayudar a los niños a ampliar su vocabulario, tanto en su idioma nativo como extranjeros.
Pistas para detectar posibles efectos negativos de los videojuegos
Los videojuegos no suelen ser dañinos en sí mismos; depende el uso que se les dé. Por eso, en un primer acercamiento, la guía de los padres es vital para evitar que los niños estén expuestos a los efectos negativos.
Como padres, es normal hacernos la pregunta ¿cuándo es demasiado?, o ¿cómo puedo saber si los videojuegos están dejando consecuencias negativas? He aquí algunos datos ante los que se deben estar alerta.
Adicción o dependencia:
Es decir, la necesidad de jugar todo el tiempo para sentirse feliz y completo.
Exposición a contenidos inadecuados:
Algunos niños y adolescentes pueden asumir como reales o como adecuadas algunas acciones o situaciones crueles, violentas e irreales que ven en los videojuegos, especialmente cuando usan juegos no apropiados para su edad.
Pérdida de noción del tiempo o aislamiento social:
Si el niño pasa más de dos horas diarias inmerso dentro de la pantalla, olvida el resto de las actividades o evita tener contacto real con otros.
Grooming:
Algunos adultos detrás de la pantalla buscan relacionarse con niños y adolescentes para tener contactos o recibir licencias de tipo sexual. Por eso es importante la vigilancia de padres.
Consideraciones generales para los padres
- Los padres deben vigilar y aprobar qué juegos compran o descargan sus hijos y qué plataformas utilizan para divertirse.
- Psicólogos recomiendan que los niños menores a tres años no utilicen videojuegos.
- Es importante considerar la edad mínima sugerida para cada juego antes de comprar o descargar.
- Dar prioridad a los juegos al aire libre es esencial, así los chicos encontrarán variedad que no les permita considerar los videojuegos como su única opción.
- La cantidad de tiempo máxima recomendada por día es de 1 a 2 horas, y preferiblemente los fines de semana o después de haber terminado sus deberes escolares o del hogar.
- En caso de jugar cuando se vaya la luz del sol, se recomienda usar filtro de luz azul o modo nocturno para no afectar el horario de sueño de los niños.
- · Como sugieren en un reportaje publicado en El País, no es aconsejable que los niños jueguen justo antes dormir, porque la estimulación cerebral al jugar podría aumentar la producción de cortisol, que nos prepara para la acción en lugar del descanso.
Por último, los padres deben recordar la importancia de fijar límites desde el respeto, la paciencia y el amor. Permitir los espacios de entretenimiento de tus peques sin bajar la guardia a su supervisión es la clave para que el uso de videojuegos no se convierta en un dolor de cabeza.
¿Qué videojuego puedo elegir para mi hijo pequeño?
Si quieres conocer la opinión de algunos videojuegos que hemos probado y pueden ser educativos o didácticos para tus hijos, puedes leer el siguiente artículo donde iremos añadiendo contenido a la lista según vayamos descubriendo.